
La comida fue todo un éxito aun faltando sillas para gente inesperada: recibimos a todo el mundo con los brazos abiertos, se comió, se bebió y se bailó. Hubo también una invitada de excepción: la querida moto de garbanzo que se sintió como una más de la fiesta.
Esta que escribe pide un poquito de perdón por su"desmadre" bailongo.
Yo, que fui la acoplá de turno, he de decir que me lo pasé pipa, aún sin poder probar el vinico, jeje, y la pena es que tenía que irme antes...
ResponderEliminarGracias por dejarme "quemar rueda" (y otras cosas) con vosotros.
Un besico albaceteño
Mañana nos veremos! Chao.
ResponderEliminarque pedazo de club este si que esta chulo no el de los quad de jodar tambien
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